Si los cantos marineros mientras gira el cabrestante,
tempestades y aventuras, galeones y piratas,
si tesoros enterrados, combates por mar y tierra,
islas desiertas con nuevos Robinsones en sus playas.
Y todos los cuentos viejos, una vez más recontados,
precisamente lo mismo, conforme a la vieja usanza,
a los chicos de hoy en día, más sensatos y juiciosos,
les gustan como en un tiempo a mí también me gustaban...
Está bien, y anda con ello. Pero si así ya no fuera,
si el aventajado joven ha perdido ya las ganas
de ir con Kingston, Ballantyne o con Cooper de la mano
por desiertos y por mares, y por lagos y montañas...
Está bien, y nada digo. Sólo quiero que en la tumba
donde ellos y sus engendros reposen de sus andanzas
me coloquen a su lado, y que duerma el mismo sueño,
por los siglos de los siglos, yo con todos mis piratas.
R.L.S
La isla del tesoro es para mi una obra imprescindible en cualquier biblioteca juvenil. Aúna aventuras e história en un texto muy bien estructurado y narrado. Los personajes están perfectamente retratados gracias a las detalladas descripciones y cuentan con una personalidad muy definida. Te atrapa desde el principio y no puedes parar de leer las aventuras y entresijos de esta novela de piratería.
El protagonista de la historia, Jim Hawkings, descubre el día posterior a la muerte de su padre que dentro de un viejo baúl, perteneciente a un fallecido marinero pirata, existe un mapa del tesoro. Este mapa es el responsable de iniciar un viaje a una misteriosa isla tropical donde en sus entrañas se halla muy bien escondido un fabuloso tesoro, el tesoro del Capitán Flint (grandes cantidades de oro y plata provenientes de la mala vida del capitán). Este niño descubre que es hora de hacerse mayor y descubrir que la vida tiene tanto alegrías como tristezas y que los éxitos se basan en el esfuerzo y la lucha contra la adversidad.
Blog de soporte a la docencia para la Asignatura "La formación del Lector Literario" del Máster de Educación Secundaria de la Universidad de Alicante.
jueves, 16 de diciembre de 2010
miércoles, 1 de diciembre de 2010
Cuentos por teléfono. Gianni Rodari
Érase una vez...
...una niña cuyo padre tenía que estar de viaje seis días a la semana. Esta niña no podía dormirse sin que le contaran un cuento. Y cada noche, su padre la llamaba por teléfono y le explicaba un cuento. Dicen que los cuentos eran tan buenos que hasta los operarios de la telefónica suspendían todas las llamadas para escucharlos. Y éste es el libro de estos cuentos.
Caperucita en Manhattan. Carmen Martín Gaite
Texto de Isabel Tejerina Lobo y coordinador Borja Rodríguez Gutiérrez:
"La aventura de esta Caperucita moderna es la de cualquier niña de su edad que se ahoga en casa y está deseando ser mayor. El sueño de Sara Allen, a sus diez años, es pasearse sola por el más famoso barrio de la ciudad de Nueva York, el que da título a la obra. Hay varios temas importantes: la incomunicación con los padres; la necesidad de conquistar la libertad; la importancia de tomar decisiones por uno mismo, así como la reivindicación del papel que ha de jugar la imaginación en nuestras vidas. Esta nueva recreación del cuento tradicional mantiene sus principales motivos y protagonistas, aunque transformados y modernizados en sus aspectos formales y en sus significados simbólicos: Manhattan y Central Park, «isla en forma de jamón con un pastel de espinacas en el centro» escenario urbano, tan lleno de peligros como de posibilidades, sustituyen al bosque tenebroso; el Dulce Lobo, un afamado pastelero, en lugar del Lobo Feroz... y la protagonista, igualmente una niña en tránsito de la niñez a la adolescencia, se sitúa ahora entre el modelo representado por su madre: el orden, la rutina cotidiana y la aceptación de las normas, y el contramodelo representado por su abuela: el desorden doméstico, la soledad de la independencia y la alegría de vivir, incluida cierta afición a una copita licor. El hilo mágico del relato se centra en un personaje original, miss Lunatic, una bella y misteriosa mendiga sin edad que vive dentro de la estatua de la Libertad y que se dedica a mediar en las desgracias humanas y a empujar a las personas a vencer su miedo a ser libres."
El Bosque de los Sueños. Antonio R. Almodóvar
Quien quiera viajar en el tiempo, o simplemente pasar un buen rato, no debería dejar escapar la oportunidad de tener entre sus manos este tomo. Seguro que no os arrepentiréis.
Autor sevillano de más de 70 obras infantiles y juveniles, Antonio Rodríguez Almodóvar nos presenta en "El Bosque de los Sueños" un conjunto de historias de fantasía y basadas en historias de cuentos ya por casi todo conocidas que se mueven formando un mundo propio alrededor de la figura del Gran Aj, y por la que le fue concedido el Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil en el año 2005.
Con cinco historias de tipo maravilloso, Antonio R. Almodóvar aborda una nueva faceta en su dilatada dedicación a los cuentos de tradición oral hispánica: la recreación literaria.
Diez criterios para selección de textos
He encontrado un artículo interesante de Fernando Carratalá Teruel, Catedrático del IES "Rey Pastor" de Madrid. Reproduzco parte de él:
Para la selección de textos que hay que poner a disposición de los alumnos para su lectura, ha de procurarse contemplar todo el abanico de la tipología textual, así como la diferente forma de expresión literaria en aquellos en los que prevalece la función estética de la lengua. Tales textos se inscribirán en el nivel culto de la lengua; y no se contemplará, inicialmente, la selección de textos pertenecientes al registro coloquial del habla, precisamente porque en él se desenvuelven los actos elocutivos de los adolescentes. En cualquier caso, y para llevar a cabo la definitiva selección de los textos -una selección que, como es obvio, se basará en gustos muy personales y en la experiencia de la propia práctica docente- se podrían tener en cuenta los criterios que exponemos a continuación, y que creemos que pueden orientar a los docentes cuando ellos mismos tengan que seleccionar aquellos textos cuya lectura propongan a sus alumnos.
1. Interés. El contenido de los textos ha de resultar lo suficientemente sugestivo como para atraer de inmediato la atención del alumno y, por ello, tenderán a entroncar con el mundo de sensaciones, sentimientos y vivencias en que aquél se desenvuelve.
2. Facilidad de comprensión. Los textos estarán en consonancia con los niveles de maduración intelectual de los alumnos. Así, evitando quedarse estos en los puros signo -en "signos sin significancia", como diría Salinas[4], se podrá pasar sin dificultad a los significados, única forma de percibir el sentido de los textos.
3. Brevedad. La reducida extensión de los textos puede ayudar a eliminar en los alumnos aquella fatiga que terminaría por hacerles perder el interés por lo que están leyendo.
4. Sentido completo. Independientemente del carácter del texto -descriptivo, narrativo o dialogado- y de su forma de expresión -verso o prosa-, tendrá aquel un sentido completo, porque así se alcanzará, de forma más sencilla, la comprensión global del mismo.
5. Léxico conocido. Los vocablos que figuren en los textos formarán parte, en gran medida, del vocabulario usual del alumno. Aquellos que encierren un cierto grado de dificultad semántica serán convenientemente aclarados en razón de los contextos en que están incluidos; aclaraciones que se recogerán en el epígrafe Apoyo léxico.
6. Sintaxis sencilla. Los textos presentarán una sintaxis muy simple, con predominio de párrafos cortos y de oraciones coordinadas y yuxtapuestas, lo que facilitará la comprensión de los contenidos, al excluir los complicados enlaces característicos de la subordinación.
7. Dificultades limitadas. Se evitará presentar textos en los que se acumulen en exceso las dificultades lingüísticas, porque, en caso contrario, se habría corrido el riesgo de suscitar en el alumno, ante la imposibilidad de vencer dichas dificultades, un sentimiento de frustración que podría llevarle, inicialmente, a rechazar la lectura de tales textos.
8. "Actualidad" de la lengua. Como es lógico, los textos pertenecerán, mayoritariamente, a escritores "actuales", que se expresan en la misma lengua que entienden los alumnos, y que puede considerarse como modelo de referencia. Los textos de los fabulistas del XVIII, por su valor educativo, pueden incluirse en la selección, ya que no plantean problemas lingüísticos que pudieran dificultar su comprensión.
9 y 10. Carácter formativo y valores estéticos. Los textos seleccionados servirán para enriquecer el conocimiento que el alumno tiene de la realidad y, a la vez, para ir desarrollando su sensibilidad, con objeto de despertar en él un progresivo interés por los valores estéticos y, en definitiva, una actitud favorable hacia la lectura que, sin duda, habrá de contribuir a su formación integral.
Para la selección de textos que hay que poner a disposición de los alumnos para su lectura, ha de procurarse contemplar todo el abanico de la tipología textual, así como la diferente forma de expresión literaria en aquellos en los que prevalece la función estética de la lengua. Tales textos se inscribirán en el nivel culto de la lengua; y no se contemplará, inicialmente, la selección de textos pertenecientes al registro coloquial del habla, precisamente porque en él se desenvuelven los actos elocutivos de los adolescentes. En cualquier caso, y para llevar a cabo la definitiva selección de los textos -una selección que, como es obvio, se basará en gustos muy personales y en la experiencia de la propia práctica docente- se podrían tener en cuenta los criterios que exponemos a continuación, y que creemos que pueden orientar a los docentes cuando ellos mismos tengan que seleccionar aquellos textos cuya lectura propongan a sus alumnos.
1. Interés. El contenido de los textos ha de resultar lo suficientemente sugestivo como para atraer de inmediato la atención del alumno y, por ello, tenderán a entroncar con el mundo de sensaciones, sentimientos y vivencias en que aquél se desenvuelve.
2. Facilidad de comprensión. Los textos estarán en consonancia con los niveles de maduración intelectual de los alumnos. Así, evitando quedarse estos en los puros signo -en "signos sin significancia", como diría Salinas[4], se podrá pasar sin dificultad a los significados, única forma de percibir el sentido de los textos.
3. Brevedad. La reducida extensión de los textos puede ayudar a eliminar en los alumnos aquella fatiga que terminaría por hacerles perder el interés por lo que están leyendo.
4. Sentido completo. Independientemente del carácter del texto -descriptivo, narrativo o dialogado- y de su forma de expresión -verso o prosa-, tendrá aquel un sentido completo, porque así se alcanzará, de forma más sencilla, la comprensión global del mismo.
5. Léxico conocido. Los vocablos que figuren en los textos formarán parte, en gran medida, del vocabulario usual del alumno. Aquellos que encierren un cierto grado de dificultad semántica serán convenientemente aclarados en razón de los contextos en que están incluidos; aclaraciones que se recogerán en el epígrafe Apoyo léxico.
6. Sintaxis sencilla. Los textos presentarán una sintaxis muy simple, con predominio de párrafos cortos y de oraciones coordinadas y yuxtapuestas, lo que facilitará la comprensión de los contenidos, al excluir los complicados enlaces característicos de la subordinación.
7. Dificultades limitadas. Se evitará presentar textos en los que se acumulen en exceso las dificultades lingüísticas, porque, en caso contrario, se habría corrido el riesgo de suscitar en el alumno, ante la imposibilidad de vencer dichas dificultades, un sentimiento de frustración que podría llevarle, inicialmente, a rechazar la lectura de tales textos.
8. "Actualidad" de la lengua. Como es lógico, los textos pertenecerán, mayoritariamente, a escritores "actuales", que se expresan en la misma lengua que entienden los alumnos, y que puede considerarse como modelo de referencia. Los textos de los fabulistas del XVIII, por su valor educativo, pueden incluirse en la selección, ya que no plantean problemas lingüísticos que pudieran dificultar su comprensión.
9 y 10. Carácter formativo y valores estéticos. Los textos seleccionados servirán para enriquecer el conocimiento que el alumno tiene de la realidad y, a la vez, para ir desarrollando su sensibilidad, con objeto de despertar en él un progresivo interés por los valores estéticos y, en definitiva, una actitud favorable hacia la lectura que, sin duda, habrá de contribuir a su formación integral.
EL JINETE AZUL
En el nombre de la nueva editorial, El Jinete Azul, se proclaman ya su preocupación estética y su compromiso artístico . Las cuidadas ediciones, la selección de obras y su alejamiento de inmediatez de la literatura docente la convierten en altamente recomendable para acercarnos a la LIJ. En El Jinete Azul podemos disfrutar de álbumes, novela gráfica o poesía con autores e ilustradores como Martín Garzo, Gisbert, Corredor-Matheos, Balzola, Auladell... .
Su dirección: http://www.edicioneseljineteazul.com/web.php?idioma=es
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