miércoles, 1 de diciembre de 2010

Diez criterios para selección de textos

He encontrado un artículo interesante de Fernando Carratalá Teruel, Catedrático del IES "Rey Pastor" de Madrid. Reproduzco parte de él:
Para la selección de textos que hay que poner a disposición de los alumnos para su lectura, ha de procurarse contemplar todo el abanico de la tipología textual, así como la diferente forma de expresión literaria en aquellos en los que prevalece la función estética de la lengua. Tales textos se inscribirán en el nivel culto de la lengua; y no se contemplará, inicialmente, la selección de textos pertenecientes al registro coloquial del habla, precisamente porque en él se desenvuelven los actos elocutivos de los adolescentes. En cualquier caso, y para llevar a cabo la definitiva selección de los textos -una selección que, como es obvio, se basará en gustos muy personales y en la experiencia de la propia práctica docente- se podrían tener en cuenta los criterios que exponemos a continuación, y que creemos que pueden orientar a los docentes cuando ellos mismos tengan que seleccionar aquellos textos cuya lectura propongan a sus alumnos.
1. Interés. El contenido de los textos ha de resultar lo suficientemente sugestivo como para atraer de inmediato la atención del alumno y, por ello, tenderán a entroncar con el mundo de sensaciones, sentimientos y vivencias en que aquél se desenvuelve.
2. Facilidad de comprensión. Los textos estarán en consonancia con los niveles de maduración intelectual de los alumnos. Así, evitando quedarse estos en los puros signo -en "signos sin significancia", como diría Salinas[4], se podrá pasar sin dificultad a los significados, única forma de percibir el sentido de los textos.
3. Brevedad. La reducida extensión de los textos puede ayudar a eliminar en los alumnos aquella fatiga que terminaría por hacerles perder el interés por lo que están leyendo.
4. Sentido completo. Independientemente del carácter del texto -descriptivo, narrativo o dialogado- y de su forma de expresión -verso o prosa-, tendrá aquel un sentido completo, porque así se alcanzará, de forma más sencilla, la comprensión global del mismo.
5. Léxico conocido. Los vocablos que figuren en los textos formarán parte, en gran medida, del vocabulario usual del alumno. Aquellos que encierren un cierto grado de dificultad semántica serán convenientemente aclarados en razón de los contextos en que están incluidos; aclaraciones que se recogerán en el epígrafe Apoyo léxico.
6. Sintaxis sencilla. Los textos presentarán una sintaxis muy simple, con predominio de párrafos cortos y de oraciones coordinadas y yuxtapuestas, lo que facilitará la comprensión de los contenidos, al excluir los complicados enlaces característicos de la subordinación.
7. Dificultades limitadas. Se evitará presentar textos en los que se acumulen en exceso las dificultades lingüísticas, porque, en caso contrario, se habría corrido el riesgo de suscitar en el alumno, ante la imposibilidad de vencer dichas dificultades, un sentimiento de frustración que podría llevarle, inicialmente, a rechazar la lectura de tales textos.
8. "Actualidad" de la lengua. Como es lógico, los textos pertenecerán, mayoritariamente, a escritores "actuales", que se expresan en la misma lengua que entienden los alumnos, y que puede considerarse como modelo de referencia. Los textos de los fabulistas del XVIII, por su valor educativo, pueden incluirse en la selección, ya que no plantean problemas lingüísticos que pudieran dificultar su comprensión.
9 y 10. Carácter formativo y valores estéticos. Los textos seleccionados servirán para enriquecer el conocimiento que el alumno tiene de la realidad y, a la vez, para ir desarrollando su sensibilidad, con objeto de despertar en él un progresivo interés por los valores estéticos y, en definitiva, una actitud favorable hacia la lectura que, sin duda, habrá de contribuir a su formación integral.

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