El libro de los cerdos es un álbum de Anthony Browne (Sheffield, Inglaterra, 1946), uno de los autores de libros álbum más imaginativo y reconocido en todo el mundo. Ha recibido numerosos premios gracias a los fantásticos universos que crea combinando en su justa medida las imágenes con las palabras. Este autor se caracteriza por incluir en sus ilustraciones una gran cantidad de detalles que hacen que cada lectura sea una experiencia nueva y única.
La obra de Anthony Browne es una prueba de que la literatura infantil y juvenil es un medio perfecto para combinar el arte del diseño y la ilustración con la literatura.
El libro de los cerdos comienza presentando al padre como “el señor De la Cerda”, una clara evidencia de la temática del álbum. El hombre y los dos hijos están acostumbrados a que cada día la madre se levante temprano para preparar el desayuno, haga las camas y lave los platos. Además, cuando el señor De la Cerda se ha ido a trabajar y los niños al colegio, ella se va a su trabajo. A mediodía se repite la historia, de forma que mientras el padre lee la prensa y lo hijos ven la televisión, ella hace la cena y después recoge todo. Sin embargo, un día llegan a casa y encuentran una nota de la madre en la que únicamente dice “Son unos cerdos”. A partir de ese momento, intentan hacerse la comida sin éxito, y después de unos días, la casa está llena de basura y la comida se ha acabado. El padre y sus dos hijos llegan incluso a comer los restos del suelo, pero en ese momento llega la madre a casa y le suplican que vuelva. La madre accede y a partir de ese día todos colaboran con las tareas domésticas. Quizás, lo más llamativo es que el álbum acaba con la frase: “Mamá también está feliz”. Esa frase resume todo el argumento de la obra: no deben se egoístas y toda la familia ha de colaborar con las tareas de casa para que todos puedan vivir felices.
En lo que respecta a la estructura del texto, es muy sencilla, personalmente recomendaría el álbum para 1º de la ESO, ya que el texto es muy breve y el léxico no supone una dificultad. Además, las ilustraciones son un apoyo más que suficiente para captar el mensaje del autor.
Son precisamente las ilustraciones los pilares básicos de esta obra, hasta el punto de que en ocasiones resultan incluso demasiado duras: cuando la madre abandona el hogar, el padre y los niños aparecen representados con cabezas de cerdos; además, cuando la comida se acaba aparecen dibujados a cuatro patas buscando comida por los rincones de la casa y comiendo directamente del suelo. Además, las imágenes contienen multitud de detalles que seguro precisarán más de una lectura para ser descubiertos (desde los cubiertos con forma de cabeza de cerdo hasta la decoracón del papel de pared con cerdos, etc.)
Por lo tanto, además de amena y corta, esta obra es muy recomendable para niños de 1º de la ESO por la temática que trata. La igualdad entre hombres y mujeres es un tema muy vigente que seguramente todos los niños no vean reflejado en sus casas. De ahí que deban comprendan que las tareas de casa no son cosa de su madre, sino de toda la familia, y nada mejor para comprenderlo que la obra de Anthony Browne.
Mari Paz Ródenas
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