Los conquistadores es la historia de un país con un único objetivo: dedicarse a invadir todos los estados conocidos del mundo. Para ello, cuentan con un gran ejército, el mayor visto hasta la fecha.
Un día, encuentran un país que todavía no han conquistado. Se trata de uno muy pequeño. El ejército llegó allí para invadir la zona cuando se encontraron con un país sin ejército con habitantes pacíficos y bondadosos. Se quedaron allí durante semanas y poco a poco fueron adoptando sus costumbres. El capitán del ejército, al darse cuenta de los hechos, cambió a los soldados por otros que no estuvieran influenciados por los habitantes del país. Los soldados que llegaron nuevos también acabaron adoptando las costumbres del país, abandonando sus uniformes, cantando sus himnos y comiendo sus platos típicos.
Cuando los soldados regresaron, enseñaron a sus familias lo que habían aprendido y éstas acabaron adoptando las costumbres del pequeño país.
¿Quién acabó conquistado?
En este álbum podemos reconocer el estilo de McKee, es decir, su dibujo plano, esquemático y meramente descriptivo, pero con gran carga afectiva. Pero, sin embargo, aquí va más allá. Los conquistadores tiene una lectura más profunda que hace pensar al lector. Utiliza la clásica fórmula de "Érase una vez..." para acercarnos a una realidad que ocurre todos los días, pero ilustrada en un mundo imaginario. Países como el de los conquistadores siempre han existido. El problema reside cuando se ven amenazados por la cultura de los diferentes. Es una buena historia para tratar la tolerancia y el respeto en clase. Un libro que se puede tratar en todos los cursos de secundaria dependiendo del enfoque y la profundidad que se le quiera dar.
Elena Aparicio Escolano
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