Lumbánico, el planeta cúbico - Cristina Alemparte
Fue publicada en 1986 por primera vez, aunque se reeditó en numerosas ocasiones hasta los años 90. Este hecho es síntoma del éxito que tuvo dentro del público infantil y juvenil, ya que esta obra tiene la (des)ventaja de dirigirse a aquellas personas que están en el tránsito entre la infancia y la primera adolescencia.
Este éxito sorprendió a la misma autora, que por entonces era la jovencísima y novel escritora Cristina Alemparte, que había estudiado traducción e interpretación. Lumbánico, el planeta cúbico quedó finalista del premio de "El Barco de Vapor" en 1983, y de hecho la editorial SM incluyó esta novela en su colección indicando la idoneidad de su lectura para aquellos mayores de 9 años.
Esa edad supone una aproximación que indica la edad a partir de la cual se puede leer este libro y comprender las líneas maestras de esta novela comprometida y con unos valores éticos y morales explícitos. Se trata, pues, de un libro de unas 142 páginas, de lectura ágil, con las características propias de un novela de ciencia-ficción y de aventuras.
Lumbánico, el planeta cúbico recrea un mundo con forma de cubo, en el cual las caras inferior y superior son los polos y, por tanto, son inhabitables, mientras que las otras cuatro caras se corresponden cada una con alguna de las cuatro estaciones: primavera, verano, otoño e invierno. Entre cada cara hay una cordillera montañosa que hace de frontera a las que se les llama Aristas.
Estas fronteras provocan que la humanidad se halle dividida en cuatro comunidades que jamás se ven, porque cada trimestre las diferentes comunidades emigran de cara a cara volando por encima de las cordilleras. Sin embargo, antiguamente las cordilleras eran fácilmente transitables puesto que se conocían pasadizos que comunicaban las diferentes caras. De hecho hace mucho tiempo se produjo la "Nube Negra", una catástrofe medioambiental provocada por el consumo energético de los lumbanicenses, que eliminó todo rastro de vida en los valles.
Durante los meses que duró la Nube Negra los lumbanicenses se refugiaron en las Aristas, pero con el paso del tiempo y por culpa de diferentes accidentes e inundaciones se había perdido todo conocimiento de los pasadizos. Pero todo eso pasó 700 años antes de la historia que el libro nos traza, ya que Cristina Alemparte narra la historia de los jóvenes Ustrum, Pirela y Mela, la hermana pequeña de ésta, que desafían el traslado forzoso de una cara a otra y se adentran en las Aristas.
En ese viaje viven muchas y divertidas aventuras, marcadas por la inocencia, la rebeldía y la curiosidad de unos jóvenes que intentan romper con las normas de su sociedad, pero que no esperan encontrarse ante los antiguos habitantes de las Aristas. En ese encuentro fortuito Cristina Lamparte desarrolla desde la perspectiva de unos adolescentes el encuentro con un "otro", diferente en rasgos físicos y culturales, pero ante el cual se pueden establecer puentes de diálogo, de intercambio cultural y, sobre todo, unos vínculos afectivos marcados por el respeto, la comprensión, la amistad y el amor hacia ese "otro", diferente e igual a ellos mismos.
Asimismo, toda la novela recrea un mundo de ciencia ficción con el que un joven del primer ciclo de la ESO puede establecer claros paralelismos con el actual mundo, no sólo en lo relativo con ese acercamiento (con los miedos, prejuicios e inseguridades que les produce a los protagonistas acercarse a los aristanos, que son azules), sino también en lo relativo a la propia visión de la naturaleza.
Lumbánico, el planeta cúbico se convierte no sólo en un alegato contra los prejuicios e inseguridades que esconde el racismo, sino que también plantea una defensa a ultranza de los valores ecologistas de consumo racional, conservación de la naturaleza y de la importancia de establecer una relación respetuosa con el medio ambiente, en clara alusión contemporánea al problema del calentamiento global, el agujero de la capa de ozono y la contaminación atmosférica.
Fue publicada en 1986 por primera vez, aunque se reeditó en numerosas ocasiones hasta los años 90. Este hecho es síntoma del éxito que tuvo dentro del público infantil y juvenil, ya que esta obra tiene la (des)ventaja de dirigirse a aquellas personas que están en el tránsito entre la infancia y la primera adolescencia.
Este éxito sorprendió a la misma autora, que por entonces era la jovencísima y novel escritora Cristina Alemparte, que había estudiado traducción e interpretación. Lumbánico, el planeta cúbico quedó finalista del premio de "El Barco de Vapor" en 1983, y de hecho la editorial SM incluyó esta novela en su colección indicando la idoneidad de su lectura para aquellos mayores de 9 años.
Esa edad supone una aproximación que indica la edad a partir de la cual se puede leer este libro y comprender las líneas maestras de esta novela comprometida y con unos valores éticos y morales explícitos. Se trata, pues, de un libro de unas 142 páginas, de lectura ágil, con las características propias de un novela de ciencia-ficción y de aventuras.
Lumbánico, el planeta cúbico recrea un mundo con forma de cubo, en el cual las caras inferior y superior son los polos y, por tanto, son inhabitables, mientras que las otras cuatro caras se corresponden cada una con alguna de las cuatro estaciones: primavera, verano, otoño e invierno. Entre cada cara hay una cordillera montañosa que hace de frontera a las que se les llama Aristas.
Estas fronteras provocan que la humanidad se halle dividida en cuatro comunidades que jamás se ven, porque cada trimestre las diferentes comunidades emigran de cara a cara volando por encima de las cordilleras. Sin embargo, antiguamente las cordilleras eran fácilmente transitables puesto que se conocían pasadizos que comunicaban las diferentes caras. De hecho hace mucho tiempo se produjo la "Nube Negra", una catástrofe medioambiental provocada por el consumo energético de los lumbanicenses, que eliminó todo rastro de vida en los valles.
Durante los meses que duró la Nube Negra los lumbanicenses se refugiaron en las Aristas, pero con el paso del tiempo y por culpa de diferentes accidentes e inundaciones se había perdido todo conocimiento de los pasadizos. Pero todo eso pasó 700 años antes de la historia que el libro nos traza, ya que Cristina Alemparte narra la historia de los jóvenes Ustrum, Pirela y Mela, la hermana pequeña de ésta, que desafían el traslado forzoso de una cara a otra y se adentran en las Aristas.
En ese viaje viven muchas y divertidas aventuras, marcadas por la inocencia, la rebeldía y la curiosidad de unos jóvenes que intentan romper con las normas de su sociedad, pero que no esperan encontrarse ante los antiguos habitantes de las Aristas. En ese encuentro fortuito Cristina Lamparte desarrolla desde la perspectiva de unos adolescentes el encuentro con un "otro", diferente en rasgos físicos y culturales, pero ante el cual se pueden establecer puentes de diálogo, de intercambio cultural y, sobre todo, unos vínculos afectivos marcados por el respeto, la comprensión, la amistad y el amor hacia ese "otro", diferente e igual a ellos mismos.
Asimismo, toda la novela recrea un mundo de ciencia ficción con el que un joven del primer ciclo de la ESO puede establecer claros paralelismos con el actual mundo, no sólo en lo relativo con ese acercamiento (con los miedos, prejuicios e inseguridades que les produce a los protagonistas acercarse a los aristanos, que son azules), sino también en lo relativo a la propia visión de la naturaleza.
Lumbánico, el planeta cúbico se convierte no sólo en un alegato contra los prejuicios e inseguridades que esconde el racismo, sino que también plantea una defensa a ultranza de los valores ecologistas de consumo racional, conservación de la naturaleza y de la importancia de establecer una relación respetuosa con el medio ambiente, en clara alusión contemporánea al problema del calentamiento global, el agujero de la capa de ozono y la contaminación atmosférica.
Sin intención de desvelar el final, Cristina Alemparte desarrolla una trama y un argumento ágiles, en el que mediante un viaje plagado de incertidumbres y aventuras plantea dos temas éticos y sociales de gran importancia y actualidad. Tanto es así que al final de la novela el Gran Guardían de los aristanos le habla a Pirela así: "Una de las Nubes pasó y fue olvidada, pero la otra Nube, la peor de las dos, persiste todavía [...] Sólo se habla de la Nube de polvo negro y de sus consecuencias materiales: sufrimientos, destrucción, terremotos... Pero hubo una consecuencia más grave y más duradera también, pues ha durado siete siglos: una Nube Negra hecha de miedo, desconfianza e indiferencia. Una nube que ha envenenado por igual a exteriores y aristanos".
Por estas razones considero que esta obra puede ser una novela adecuada para leer en el primer ciclo de la ESO, especialmente si fomentamos una lectura crítica y reflexiva y que, al mismo tiempo, resulte entretenida y fantástica, puesto que Lumbánico, el planeta cúbico cuenta con numerosas escenas de verdadero humor para un público juvenil.
Por Juan Rodríguez Sapiña
Soy la autora de "Lumbánico". Como hasta hace poco vivía en un rincón de Lanzarote inmune a Internet, no he podido leer esta página hasta hoy. Quiero darle las gracias por su estupenda crítica, que me ha alegrado el día. Cuando alguien, como es mi caso, dedica siete horas diarias a revisar expedientes de impuestos municipales, corre el riesgo de perder el buen humor. Si hay suerte y entra usted en esta página a pesar del año y medio transcurrido, reciba de mi parte un saludo cariñoso. Cristina Alemparte.
ResponderEliminarCon los recientes acontecimientos, he vuelto a "googlear" "Lumbánico" y he llegado a esta web.
ResponderEliminarLa única época en la que buceé buscando información sobre este libro, fue hace 6 años, que lo quería regalar, y ni fue suficiente encargarlo en El Corte Inglés. Al final, no hubo forma de adquirirlo.
Lo importante es que Cristina Alemparte ha sido tan generosa como para volverlo a publicar con unas modificaciones que me tienen INTRIGADÍSIMA.
En breve tendremos la oportunidad de sembrar en el alma de los peques un trozo de astrolita... y digo por experiencia que ese pequeño trozo de estrella nos sigue haciendo vibrar cuando somos adultos.
Muchas gracias, Ana, por tu comentario. Sois vosotros, lo lectores del libro, los que habéis logrado que me ponga de nuevo delante del ordenador para revisar el libro, y mi hermana Marta quien ha movido los hilos prácticos de esta nueva publicación. Estoy animada ¡incluso! a continuar la historia en una nueva arista. Creo que lo conseguiré, movida por los comentarios cariñosos que me mandáis. ¡Un beso, y hasta pronto! Cristina.
ResponderEliminarHola, no sé si verás esta mensaje porque hace tiempo que me mandaste el tuyo (por desgracia, no lo vi a tiempo), pero si hay suerte y lo lees, te invito a la página de Lumbánico en facebook, donde compartimos comentarios y donde respondo a las preguntas que me hacen los amigos del planeta cúbico. Un beso, Cristina
EliminarHola Cristina. Veo que no soy la única que quedó prendada de ese libro que fue muy importante en mi infancia y que tantas veces releí. He llegado aquí porque he sentido la curiosidad de ver qué decia internet sobre él y me ha sorprendido gratamente encontrar estos comentarios. Sólo darte la enhorabuena... unos años tarde.
ResponderEliminarEs un libro maravilloso. Cristina, queremos segunda parte!!!!
ResponderEliminarHola, Mar Ina. Gracias por el respaldo y el ánimo que me das. Si quieres formar parte del grupo de amigos de Lumbánico, estamos en Facebook, en una página que lleva el nombre del libro. Allí nos comunicamos y compartimos noticias sobre Lumbánico y sobre otros libros que nos gustan... Estás invitada y me gustaría verte por allí. Un abrazo, Cristina.
EliminarAh, estoy escribiendo la segunda parte, ¡por fin!
Hola Cristina, me llamo Sandra vivo en Cuernavaca, México. Leí tu libro en los 90´s, puedo decirte que fue mi favorito siempre, de hecho lo quiero leer de nuevo y buscándolo llegué aquí, ahora tengo 27 y soy investigadora social, de hecho lumbaníco es necesario para nuestros tiempos la nuevas generaciones deben explorar más los temas que el libro describe, además ahora nuestro mundo esférico se parece mucho más al cúbico que nos describiste. Muchos saludos y espero que lo puedan reeditar.
ResponderEliminarSandra, muchas gracias. Ya tienes tu libro en Méjico, y estoy contenta de que la reedición te haya hecho recuperar esa historia de tu infancia. ¡Un abrazo cariñoso!
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